(Crocodylus acutus)

El cocodrilo en la interpretación en los sueños: Un cocodrilo o aligátor que nos aparece en sueños puede ser indicio de antiguas y graves heridas de tipo emocional que deben ser sanadas.

La Esencia de Cocodrilo: Cuando las tradiciones y los patrones antiguos ya no nos satisfacen, esta esencia nos muestra cómo podemos deshacernos de ellos para poder seguir desarrollándonos interiormente.

En el plano físico: En este nivel, los conflictos internos crean muchos problemas. Durante la noche, el nerviosismo interno lleva frecuentemente al bruxismo. Los dientes se presionan entre ellos y esto perjudica permanentemente el esmalte dentario. La esencia de cocodrilo es excelente para los problemas dentarios y también puede ayudar a disolver la tensión que se ha acumulado en los músculos de la masticación y en la articulación temporomandibular.

En el plano emocional: El cocodrilo puede ser indicio de heridas graves, de un gran robo de energía y hasta abuso. Esto puede haber ocurrido en la línea genealógica o en una existencia pasada. El cocodrilo nos ayuda a superar graves heridas y a sanarlas fortaleciendo nuestra confianza en nosotros mismos y ayudándonos a activar nuestro poder de autocuración. Asimismo, nos muestra en qué esferas de nuestra vida nos sentimos limitados y sometidos. Cuando los antiguos clichés ya no concuerdan con nosotros o ya no nos sentimos representados por las viejas tradiciones de la sociedad o de la familia en cuanto a nuestra necesidad de autorrealización y de una vida libre; cuando nos sentimos limitados en nuestro potencial, desarrollaremos la fuerza y la voluntad interiores necesarias para liberarnos de las ataduras y las restricciones.

En el plano espiritual: El cocodrilo nos ayuda a sernos fieles a nosotros mismos. Aprendemos a escuchar a nuestra voz interior y a confiar en Dios. Podremos desarrollar la suficiente fuerza y voluntad para liberarnos interna como externamente. En los tiempos difíciles, de transición, el cocodrilo es un poderoso animal de protección contra nuevas heridas. Nos ayuda a superar nuestros miedos, a mirarnos en el espejo de nuestro alma y a ponernos confiadamente bajo la protección de Dios.